El juego con tu perro adoptado es una actividad que además de divertida y placentera, aporta muchos beneficios tanto para la relación entre ambos como para su educación.
Cuando adoptas un perro, lo primero y más necesario es conseguir que él se sienta a gusto en su nuevo hogar y crear con él un vínculo saludable y fuerte.
Y una de las mejores formas de cimentar este vínculo fundamental es mediante el juego.
Pero no cualquier juego es beneficioso ni educativo, es más, hay juegos que pueden convertirse en una obsesión para el perro y resultar un problema para su salud emocional, como te voy a explicar más adelante.
A los perros les encanta jugar
El juego en los perros está ligado directamente a su existencia misma.
Desde pequeños, el juego forma parte de todo su aprendizaje. Es mediante el juego como su mamá les enseña a comportarse, aprenden los límites del respeto en su relación con los demás, aprenden a cazar, a ser independientes…
De esta forma es fácil darte cuenta de que el juego es una vía de enseñanza muy productiva, ya que el mero hecho de poder seguir con el juego es bastante estímulo para que un perro esté deseando aprender contigo.
Y no importa la edad, hasta el final de sus días hay perros que mantienen esa chispa que les brilla en los ojos al ver su juguete favorito, así que no hay excusas por no ser cachorro.
Ten en cuenta que incluso en los perros de trabajo más formales, el juego se usa como estímulo para terminar su tarea, o su trabajo es el juego en sí mismo (por ejemplo los perros de caza, para ellos es sólo un juego, no cazan para alimentarse), y además es lo que consigue una implicación mayor por parte del perro: su «trabajo» le encanta porque es pura diversión.
Es cierto que hay perros más tímidos, que no tienen la pulsión por ejemplo a correr atrás de la pelota o el mordedor, y más bien lo miran extrañados.
Pero incluso estos perros que no encuentran la gracia a eso de perseguir cosas de humanos, les gusta (si aprenden y se les estimula) jugar con otros perros.
Puede también gustarle jugar ellos solos con peluches o cojines…o son de los que se entretienen cuando pueden en sacar cada espumita de su cama (es otro juego en definitiva).
Juegos con otros perros
Cuando son cachorros, los perros juegan con sus hermanos desde muy pequeños.
Gracias a estos juegos, aprenden a reconocer cuáles son los límites entre el juego y el daño, aunque parezca más bien que estén aprendiendo técnicas de lucha.
La mayoría de los perros, siempre que disfruten de una socialización correcta, siguen disfrutando del juego con sus congéneres hasta el fin de sus días.
Los juegos pueden variar con unos u otros, tu mismo perro no juega igual con un cachorro de Border Collie que con un senior pequeño.
Lo normal es que sepan adaptarse a los gustos y capacidades de cada uno, y para eso usan sus códigos de comunicación: las posturas que invitan al juego, gruñidos, ladridos e incluso algunos los chillidos.
Durante un mismo juego puedes observar que cada uno va adquiriendo distintos roles, según el tipo de juego: si están luchando, o juegan a perseguirse, o juegan con algún mordedor o pelota.
No te preocupes si tu perro unas veces es el «ganador» y otras el «vencido», ya que mientras están jugando y divirtiéndose no existe una norma de ahora tú arriba o yo abajo: irá variando según el grupo o el momento del juego.
Muchos perros adoptados han tenido que convivir más o menos tiempo con otros perros, y sabrán jugar con otros de su especie, aunque no necesariamente sepan jugar contigo, es normal.
Los límites del juego entre perros
Como tutor de tu perro, debes estar atento a sus juegos para que éste sea saludable y divertido para todos los que participan.
Los perros se entienden muy bien entre ellos, y cuando juegan con los de su especie es bueno que te apartes y observes en vez de intervenir, al menos la mayoría de las veces.
Pero, como con los niños, debes estar atento por si el juego se tensa, para mediar entre las partes en caso de ser necesario.
Debes intervenir y apartar a tu perro del juego un rato si observas que durante un período de unos 10 segundos, tu perro está siendo abusado o está abusando de un compañero de juegos.
¿Cómo saber si hay abuso por parte de uno sobre el otro? Si observas que el perro abusado (sea el tuyo u otro) muestra señales claras al otro de incomodidad, señales de calma, o incluso enfado, y el abusador hace caso omiso de estas señales e insiste en su juego.
También, claro, si un perro hace daño a otro y no muestra señal de arrepentimiento o para el juego al notarlo.
Es evidente que no todos los perros emiten las mismas señales, y que hay perros muy expresivos durante el juego que parece que están enfadados pero forma parte de su juego también.
Presta atención a las posturas: la reverencia de invitación al juego o el ponerse panza arriba son señales de amigabilidad.
Pero observando con atención y cuando conozcas a tu perro, podrás detectar fácilmente el abuso y sacar a tu perro de la situación.
La forma ideal de sacarlo del juego haciendo un «tiempo muerto» es en brazos, o cogido del collar si esto no es posible, y llevarlo a una zona en la que no pueda ver al otro (u otros) perros que quedan jugando, durante unos minutos, al menos el tiempo suficiente para que el perro se calme, antes de retomar el juego.
No es necesario que le riñas si ha sido el abusador, de lo que se trata es de que entienda que el juego se para si no sigue las normas.
Tu juego con tu perro
El juego es un momento lúdico y divertido en el que quedan aparte las tensiones del día a día de la llegada a casa, la adaptación y las rutinas.
Pero también puedes usarlo en favor del aprendizaje de calidad, no sólo de conductas, sino de control de emociones.
El juego es un momento perfecto para practicar con el perro el código de comunicación sin la necesidad de forzar situaciones preparadas.
También es un excelente medio para entrenar con el perro el autocontrol, subiendo poco a poco los criterios de exigencia sin que el perro se vea afectado emocionalmente.
Además, uniendo los dos puntos anteriores, en perros muy abstraídos en sí mismos, conseguirás que poco a poco tengan la capacidad de centrar la atención en ti, en situaciones que en principio te podrían parecer imposibles, si lo trabajas correctamente.
Viendo todos estos beneficios, ¿no estás deseando ponerte a jugar con tu perro ya?
Qué tipo de juguetes son buenos para el juego con perros
Los mejores juguetes que puedes usar para jugar con tu perro son aquellos en los que puedes interactuar con él: mordedores de cuerda, de trapo, peluches.
Huye de la pelota. El juego de tirar la pelota se convierte rápido en un juego individual y muy obsesivo para el perro.
Seguro que conoces o has visto perros que están absolutamente enganchados a la pelota, y, curiosamente, a la mayoría les da igual quién se la tire o si la persona que se la tira le presta atención al juego o no.
Y así, puedes ver en el parque perros a los que el dueño se limita a tirarles la pelota para que corran detrás, miestras él revisa su móvil.
Nada que ver con el juego social de aprendizaje.
Además, muchos de ellos no disfrutan de compartir la pelota, más bien se vuelven posesivos con ellas, llegando al conflicto si es necesario.
Así que, si tu perro es un enganchado de la pelota, cambia primero a las pelotas que van unidas a una cuerda, de manera que el juego puedas irlo moldeando para participar tú más activamente y sujetar la cuerda.
El juguete debe ser acorde al tamaño de tu perro y a sus gustos. Hay perros que prefieren juguetes de esparto, y otros quieren la suavidad de los peluches.
También hay perros que prefieren objetos naturales, como los palos.
Ten en cuenta la capacidad destructiva de tu perro, y recuerda que la mayoría de juguetes se deben usar para el rato de juegos contigo pero no dejárselo a él solo y sin vigilancia, ya que pueden masticarlo, romperlo, y tragar algún trozo.
Cómo debe ser el juego con tu perro
El juego consiste en tirar el juguete, que el perro lo traiga, y luchar con él para conseguir el juguete.
Para ello, prueba con un juguete que le resulte agradable a tu perro, y comienza el juego agitando el juguete delante de él para que se anime a cogerlo.
Cuando tengas su atención, lanza el juguete donde él pueda verlo y dile ¡»Trae»!.
Cuando traiga el juguete, no te limites a lanzarlo de nuevo, estimula la lucha por el juguete: tira de él y anima a tu perro a que lo haga.
Enseña a tu perro a soltar cuando se lo pides: «Suelta» o «Ouch», parando el juego en ese momento, simplemente sujetando el juguete, sin tirar.
Si no suelta, usa el No informativo y puede introducir «sorpresas» como tocarle la boca, agarrarle suavemente el hocico, tocarle por debajo…estimulando que suelte el juguete.
Cuando suelte, recuerda premiarle verbalmente y hacerle muchas fiestas, y seguir el juego.
El juego no es una competición ni una sesión de adiestramiento: lo primero es disfrutar. Lo demás son extras.
Es muy útil utilizar un comando para acabar el juego, de manera que el perro aprenda a separar la señal de soltar y continuar jugando con la de fin del juego: «Nada más», «Se acabó».
Problemas que puedes encontrar durante el juego con tu perro
Esto que puede parecer fácil, no lo es.
Hay perros que se sienten «intimidados» o que muestran demasiado respeto por su dueño, y no quieren luchar con él por el juguete.
Un perro adoptado recién llegado no sabe cuál es el límite.
No te ve como un igual con el que competir.
Hay perros, por el contrario, que siempre quieren ganar en el juego y no quieren soltar nunca el juguete.
También te puedes encontrar con perros que no tienen el instinto de presa y pasan olímpicamente de correr tras el juguete.
Pero poco a poco y con paciencia, estimulando mucho verbalmente a tu perro, variando los juguetes o incluso convirtiéndolos en atractivos irresistibles, puedes conseguir todas las fases del juego.
Puede que tengas que usar un «perro comodín»: un amigo de tu perro que le encanta jugar, y que estimule a tu perro a jugar introduciéndote tú en el juego con ambos.
Recuerda que es un momento para divertiros en primer lugar: observa qué prefiere tu perro, y adáptate en principio a sus gustos, y olvida los problemillas que puedas encontrar.
Juegos para todos los perros
Adapta la dificultad del juego a tu perro: dependerá de la edad, del tamaño y del carácter del perro.
En perros más tímidos, tienes que coger el juguete «casi sin ganas», sin mirar al perro ni al juguete fijamente, para que no se corte rápidamente.
En perros muy brutos, tendrás primero que ayudarle a aprender a controlar esa energía contigo.
Si incluso sobrepasa los límites y se le escapa la boca o te lastima, puedes usar el ¡Mal!: tiene que aprender normas en el juego.
Y adapta el juego a él: enséñale a saltar y coger el juguete, lánzaselo a lugares difíciles.
Controla su energía variando el juego de forma que use también su inteligencia y no sólo su fuerza bruta.
Es un ejercicio perfecto para practicar el autocontrol con perros más enérgicos.
Si tu perro tiene problemas de movilidad o es mayor, juega sólo a luchar con el juguete, realizando movimientos más suaves: los perros tienen cervicales, recuérdalo ;).
Y si no se anima a jugar…
Si parece que nada estimula a tu perro para echar un rato jugando con el mordedor, haz juegos de olfato.
Los juegos de olfato son el comodín para el bienestar del perro, así que no dudes en practicarlos a diario.
Un juego tan sencillo como esconder un trozo de comida en una mano y mostrarle los dos puños para que encuentre el correcto hará que disfrutéis un ratito juntos..
Ten paciencia, los perros adoptados traen vivencias que desconoces, puede que todo llegue aunque paso a paso y más despacito.
Estimula su relación con el mundo que le rodea.
Si le gusta jugar con otros perros, que lo haga siempre que puedas.
Si lo observas jugar cuando está solo con algún cojín o con su cama, no le regañes.
El juego forma parte de la vida de tu perro y de su felicidad, proporciónale algún juguete «parecido» y permitido, y ve guiando su comportamiento.
Y poco a poco, introdúcete en su juego, aunque sólo sea de forma presencial, para que advierta que disfrutas de verlo feliz.
No coartes su libertad a la hora de jugar, busca alternativas acordes a vuestro estilo de vida y a vuestra vivienda, para que él se sienta a gusto.
Y disfruta.
¿Qué juguetes prefiere tu perro?
¿Juegas con él todos los días?
Recuerda dejar tu comentario y compartir esta entrada para difundir la educación canina a todos los perros adoptados y conseguir entre todos más perros felices.
Gracias.
2 comentarios en «Beneficios de El juego con tu perro»
Excelente artículo!
Con juegos estimulan y desarrollan los sentidos y es una manera divertida de ejercitar cuerpo y mente. Es muy beneficioso, también para que descansen mejor.
Muchas gracias por el post! Un saludo!
Gracias Oriol por tu comentario. Jugar con perros es una actividad doblemente enriquecedora para ellos y para nosotros.