El olfato de tu perro

¿Sabes cuál es el sentido más desarrollado de tu perro?

¿Te has preguntado alguna vez qué característica es propia y fundamental de tu mejor amigo?

El olfato en el perro gana por goleada.

La mucosa olfativa de tu can es hasta cuarenta veces más extensa que la nuestra.

Y posee entre cuarenta y cincuenta veces más células olfativas que el ser humano.

El olfato al perro le proporciona más información que cualquier otro sentido.

Gracias al olor, el perro obtiene información temporal y direccional.

Te explico: comparando inspiraciones, sabe si queda más o menos concentración de olor en el aire, y así, sabe si ese olor (gato, pis, bocadillo…) lleva más o menos tiempo allí.

Además, comparando un lado y otro de su nariz, sabe si un olor viene de un lado u otro de su cuerpo.

A todo esto le ayudan los bigotes y las vibrisas (esos pelillos largos y duros que tienen por la cabeza y el cuerpo), que le informan de las corrientes de aire.

Ellos no se acostumbran a los olores, tienen presente todos los olores que hay en casa. Todo el tiempo.

Pueden oler objetos hasta 12m de profundidad bajo tierra. Detectar la adrenalina que producimos. Hasta hay perros que detectan el cáncer.

Impresionante, ¿verdad?

Por todo esto  es que los perros necesitan oler para ser felices.

Es lo que caracteriza a su especie y le hace ser lo que es. Es «cosa de perros».

 

El Facebook de tu perro.

Cuando llevo a mis perros al parque tengo una broma. Les dejo correa larga y libertad.

Y les digo: puedes revisar tu Facebook. En aquel árbol hay nuevas notificaciones.

Aunque parezca tonto, para ellos es así.

No es sucio ni extraño que se pare a olfatear cada pis o caca que encuentra, para él es la forma de saber cómo va el mundo por allí.

Si su amigo Bobby ha estado esta mañana, si la dulce Dana está con el celo, si tu vecino Antonio le tiró un trozo de salchicha a Coco.

Debemos dejarles oler. Es su forma de conectar con el mundo que les rodea.

Oler les ayuda, les informa, les relaja. Todo un comodín.

El acto de olfatear en sí le divierte, lo hace feliz. No necesita encontrar un conejo cuando sale al campo para que le guste seguir su rastro.

Como cuando nosotros jugamos a las cartas, no es necesario ganar todas las manos para haber echado una tarde divertida con los amigos.

No llevamos al parque a los niños para que no se monten en los columpios.

Sin embargo, veo mucha gente que va de paseo con su perro que tira de la correa cuando se para a olfatear.

[bctt tweet=»El trabajo de olfato, los juegos de olfato y el hecho en sí de permitirles olfatear es el beneficio más fácil y terapéutico que puedes hacer por tu perro. » username=»elperritobueno»].

 

La felicidad de tu perro pasa por su hocico.

El olfato en el perro está directamente conectado con sus emociones.

Como cuando un olor te recuerda al guiso que tu abuela hacía los domingos y te recorre una oleada de nostalgia.

Los olores evocan en el perro alegría, tristeza o miedo.

Sabemos que hay olores que los activan mucho, por ejemplo el olor de otros animales.

Por el contrario los olores de comidas dulzonas como el coco o la vainilla los relajan.

Hoy en día se usan las feromonas maternas para calmar a perros muy nerviosos en forma de collares que desprenden olor o difusores.

Seguro que has notado incluso personas que le caen mal a tu perro con sólo olerlas.

Pero olfatear le encanta.

Usar la nariz le gusta a perros miedosos, agresivos o incluso demasiado tranquilos.

Beneficia a cachorros, adultos y ancianos.

Es una mejora para su estado emocional siempre.

Mi maestro Carlos Alfonso López García (grande entre los grandes) lo explicaba así:

Trabajar el olfato con un perro es como pagarle la hipoteca a un amigo.

No hace que tenga trabajo si está parado, que vuelva su mujer si lo ha dejado, ni cura una enfermedad.

Pero seguro que le viene bien. ¿Lo dudas?

¿Quieres ser amigo de tu perro?

No te eches las manos a la cabeza.

No quiero decir con esto que lo dejes revolcarse en el barro maloliente de la calle en obras.

[bctt tweet=»Sí que debes establecer una rutina de paseo y juego diario con tu perro para que él disfrute y que éste incluya la posibilidad de oler a su antojo.» username=»elperritobueno»]

Si tú lo estimulas en esta experiencia e incluso participas en su juego, vas a alcanzar otro nivel de felicidad junto a él.

Tu perro es tu mejor amigo.

Y tú tienes que aprender a ser el suyo también.

Algo tan sencillo como llevar un puñado de pienso en el bolsillo y echárselo en el césped al decirle «busca».

Ahora imagina su cara de fascinación si además se deja un trocito que sabes dónde está y se lo indicas.

¡Sabes jugar a su juego!

Por fin somos colegas. No sólo en el mundo humano. ¡Mi humano sabe perruno!

Jugar con un perro a juegos de olfato es aceptar que te lleva ventaja.

Eso sí, vas a descubrir poderes en tu amigo que ni imaginas.

 

Olfato para rato.

Ahora sabes lo importante que es para tu perro hacer «eso de perros» que es olfatear.

Déjame que te cuente algo: profundizar en el mundo del olfato de los perros es de lo mejor que he hecho con ellos.

He comprobado cómo perros extremadamente miedosos salen de su «cueva».

Cómo ayuda a que mejoren su relación con otros perros.

Perros abueletes que poco interés tenían en su vida han empezado a disfrutar de nuevo.

Incluso en situaciones cotidianas como tirar de la correa.

Así que, ¿a qué esperas?

Coge un puñado de comida y sal al parque.

Más adelante te iré enseñando más juegos.

Pero ahora cuéntame tú.

¿Has notado qué olores le gustan o le disgustan a tu perro?

¿Le gusta entretenerse en los árboles?

¿Qué es lo más raro en lo que le has visto meter la nariz?

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