La frase «es que mi perro es dominante» es una de las frases más escuchadas todavía en los parque caninos.
Parece la excusa a todo comportamiento no deseado por el perrillo en cuestión. No puede ir suelto, no comparte sus juguetes o se enfada con otros perros (o los monta), o se orina donde le parece. Porque es dominante.
Pues lamento decir que la teoría de la dominancia está obsoleta. Totalmente. Su propio autor, David Mech, nos habla sobre ello en el vídeo que puedes encontar al final de este post.
Dominancia entre perros
Los estudios más recientes sobre las relaciones entre perros nos hablan de grupos sociales (familias) de perros, que se estructuran en base a las funciones que cada uno adquiere dentro de dicha familia.
Esto no quiere decir que no puedan producirse interacciones puntuales en las que haya un dominante y un sumiso, sin olvidar que la dominancia se produce entre dos individuos en los que cada uno tiene un papel.
Tu perro no es dominante. Tu perro con ese juguete y con ese perro ha mostrado un comportamiento dominante. Y para que tu perro sea el dominante, el otro ha asumido su papel de sumiso.
Pero en un grupo social, por ejemplo entre varios perros que viven juntos, no hay un (o una) dominante sobre el resto del grupo. De hecho, todos pueden (y tienen todo el derecho) a enfadarse en un momento dado si otro sobrepasa sus límites de respeto (quitándole algo valioso por ejemplo).
Los grupos sociales de perros domésticos se estructuran en función de los juegos y el papel que cada uno desempeña en el transcurso de éstos, así como en todas la demás actividades conjuntas que realizan, por ejemplo el paseo, la hora de la comida o del descanso, o cómo «protegen» su hogar.
Conflictos entre perros
La falta de actividades conjuntas o la monotonía sí puede dar lugar a conflictos entre los miembros de la familia, lo que conocemos como «entropía», típicamente las peleas que se producen en Gran Hermano cuando unes en un mismo lugar a varios individuos sin nada qué hacer.
Por esto es importante estimular a los perros a jugar en juegos en los que todos aquellos que viven juntos participen, que salgan a pasear, y hagan trabajos de olfato juntos.
También es positivo enseñarles algunos comandos de obediencia básicos (por ejemplo «sienta») primero de forma individual, y después variar dicho comando «sentaos» para que lo realicen todos juntos cuando quieren conseguir un objetivo común, por ejemplo salir a la calle o recibir su comida.
Entre perros que no conviven la cosa varía, ya que no tienen una estructura tan marcada de familia.
Aún así, si la relación se produce de manera constante y relativamente frecuente, se organizará de la misma forma que la familia, creando un grupo social de «amiguetes».
De forma que las mismas pautas que se siguen entre perros que conviven, servirán para organizar de forma positiva el grupo de colegas del parque sin que tenga que aparecer el conflicto (no pelea, ojo) entre ellos.
Pero sí puede aparecer con mayor frecuencia el momento tenso de la protección de recursos (el juguete, la pelota o el premio o hueso).
Si tu perro tiene problemas con la protección de sus pertenencias, no es porque sea dominante, es porque tiene miedo a perder algo muy valioso para él.
En casos de protección de recursos de nada vale el forzar situaciones de estrés para tu perro en las que le obligas a ceder su objeto de valor ante ti o ante otros.
Opta mejor por eliminar el recurso y trabajar las relaciones sin objetos de valor por medio (son muy efectivos los juegos de olfato y los paseos), y en caso de duda consulta con un profesional para que os ayude a mejorar sus relaciones sociales.
Pero no apartes a tu perro, con la excusa de que es dominante, de otros perros, impidiendo su desarrollo social. Debes trabajar sobre ello.
Mi perro me quiere dominar
¿Tu perro entra antes que tú por la puerta? ¿Va delante de ti durante el paseo? ¿Esto te hace sentir menos «Alpha»?
Olvida esas tonterías, por favor. Tu perro no intenta dominarte porque quiera ir oliendo el camino por delante de ti o porque no sepa ceder el paso en la puerta.
No existe ninguna evidencia científica real que demuestre que los comportamientos caninos que consideramos «irrespetuosos» se deban al ansia de dominación por parte del perro sobre el dueño.
El perro doméstico está suficientemente seleccionado por su docilidad con las personas a través de los siglos como para huir directamente de esta teoría.
Cuando un perro muestra comportamientos que consideramos inadecuados, lo primero que debemos plantearnos es si ha recibido educación y socialización suficientes como para que sepa qué esperamos de él.
Pero esconder (y excusar en cierta forma) comportamientos del perro tras la máscara de «es que es dominante» sólo es una forma de evitar el dedicarle el tiempo y el esfuerzo que requiere a corregir ciertas conductas.
Empieza por intentar comprender a tu perro. Entiende sus necesidades, sus motivaciones. Observa su lenguaje. Y actúa. Consulta a un profesional si dudas, que sea tu guía en el proceso.
¿Debo ser yo el «Alpha» de mi perro?
Ya sé que nos han vendido incansablemente la teoría de la dominancia en shows televisivos.
Pero no deja de ser eso, un show. La realidad es muy diferente.
Cuando un perro muestra comportamientos inadecuados, llegando a tener momentos de agresividad hacia sus dueños, el problema no está en ser su Alpha.
Los problemas comportamentales de los perros son mucho más profundos y en ocasiones complicados.
El intentar resolver problemas de comportamiento en tu perro aplicando métodos de dominación como voltearlo hacia arriba (alfa roll), en la gran mayoría de los casos acaba empeorando los problemas, llegando incluso a la agresión a los dueños.
Y tampoco vale de nada hacerse el «machote» de la manada (aunque seas una chica, es metafórico, entiéndeme), poniéndote delante a base de tirones cundo paseas con la correa o luchando por ser el primero en pasar por la puerta o en subir las escaleras.
Lo único que puedes conseguir en esa lucha por demostrar tu dominación sobre tu perro es que él sí asuma su papel de sumiso en su relación contigo, perdiendo calidad de vinculo afectivo, y llegando a producirle miedo.
Te recuerdo que el miedo sí es una de las principales causas de agresión.
La educación, el respeto y la comprensión
Resolver los problemas de conducta de tu perro implican necesariamente que empieces por comprender por qué tu perro actúa de esa manera, para poder ir directo a la raíz del problema.
También implica una dosis extra de paciencia y sentido común.
De nada vale tener un enfrentamiento con tu perro porque, por ejemplo, no le agrada que le toques el plato de la comida y te gruñe si lo haces.
Deja a un lado esa idea de posesión y machos Alpha que nos han vendido tanto tiempo.
¿De verdad crees necesario luchar con tu perro porque protege su alimento? ¿No es lógico que intente protegerlo, si no conoce tus intenciones?
Es más, ¿no crees que si insistes de mala manera, intentará protegerlo aún más porque pensará que se lo vas a quitar o que estás enfadado?
O a la hora de dar un paseo tranquilo, disfrutando juntos, ¿Merece la pena subyugar a tu perro por ir delante haciéndote el AMO?
Conozco muchos casos de perros que han llegado a no querer salir a la calle. Han perdido la ilusión por salir, ya que esto supone un enfrentamiento para ellos innecesario, y son perros aislados socialmente.
Debes intentar comprender a tu perro, y sus razones de perro. Respetarlas. Y a partir de ahí, moldearlas para conseguir una convivencia feliz.
Puedo ayudarte en todo el proceso, no dudes en consultarme cualquier duda, me encanta saber de vosotros.
¿Sigues creyendo en la «DogMinancia»?
Artículos y vídeos sobre si tu perro es dominante y la dominancia
Como te decía al comienzo de este post, el propio autor de la teoría de la dominancia explica en el siguiente vídeo por qué es incorrecta su teoría, comenzando porque dicha teoría data de 1970, y se ha estudiado mucho sobre etología desde aquel entonces.
Y para terminar, esta es la postura de GRETCA (Grupo de Etología Clínica de Avepa) respecto a la teoría de la dominancia en perros.
La dominancia según GRETCA
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